Victoria Arlen nació el mismo día que otros dos hermanos, por lo que estos trillizos cambiaron para siempre la vida de sus padres.
Cuando ella era niña le encantaba el baile y los deportes eran su verdadera pasión, ya que era muy energética y nunca quería dejar de moverse. Sin embargo, cuando tenía 11 años se enfermó y tenía síntomas muy parecidos a los de la gripe, pero parecía ser algo más serio. A los pocos días después de que aparecieron estos síntomas se desmayó varias veces y le dio pulmonía.
Dos semanas después de que aparecieron los síntomas se quedó inmóvil de la cintura para abajo. Lamentablemente, su cuerpo empezó a dejar de funcionar poco a poco. Esto se debió a una inflamación severa en el cerebro y su médula espinal, terminando con su vida como la conocía.
Conforme iba pasando el tiempo menos partes de su cuerpo dejaban de responder, ahora tampoco podía mover sus brazos y le costaba mucho trabajo hablar.
Victoria estuvo cuatro años “atrapada” dentro de su cuerpo. Los médicos le explicaban a la familia que la niña había llegado a un estado vegetativo, tenía que recibir alimentos por medio de una sonda y ya no podía mover ninguna parte de su cuerpo.
“La hemos perdido”, comentó una doctora a su madre.
Pero Victoría aún podía escuchar todo lo que decían sus seres queridos cuando iban a visitarla al hospital.
Dos años después de que ella cayó en coma su mente se “despertó” de nuevo, aunque todavía no podía mover su cuerpo.
Para ese entonces, los médicos ya habían encontrado la enfermedad que le había ocasionado todo esto, y le comentaron a la familia que no había ninguna esperanza para su hija, pronosticaban que quedaría en “estado vegetal por el resto de su vida”.
Sin embargo, en 2010 Victoria despertó por completo y salió de su estado vegetativo, ahora podía hablar con sus seres queridos.
“Mis padres siempre creyeron en mí. Prepararon una habitación de hospital en mi casa en New Hampshire y siempre me cuidaron. Mis tres hermanos me hablaban y me tomaban en sus brazos. Me contaban todo lo que les pasaba. Eso me dio mucha energía para luchar y salir adelante por todos ellos”, comentó Victoria a EPSN.
Poco a poco fue mejorando, dentro de unas semanas ya podía comer pudding por sí misma y, después de otras semanas, pudo comer su primer filete en 4 años.
Aunque seguía mejorando sus piernas no presentaban ninguna mejora. Así que sus hermanos decidieron llevarla a una alberca para que pudiera revivir los recuerdos de su infancia, ya que ella había ganado varias competencias. Al principio estaba aterrada, pero en cuanto entro al agua se sintió muy libre.
En 2012 fue seleccionada para los Juegos Paralímpicos representando Estados Unidos. Se llevó a su casa 3 medallas de plata y una de oro.
En 2013 participo en el programa Project Walk en donde se encargan a ayudar a personas que no pueden caminar a que lo hagan de nuevo. Los especialistas dudaban de que pudiera lograrlo y le comentaron a la familia que les costaría mucho dinero, pero ellos hipotecaron su casa con tal de cumplir el sueño de su hija de volver a caminar.
El 11 de noviembre de 2013 Victoria finalmente podía mover sus piernas estando atada a un arnés encima de una cinta de correr y con dos entrenadores que le ayudaban.