Afganistán, es uno de los países donde los matrimonios arreglados siguen siendo cosa común.
Incluso cuando las leyes han fijado los dieciséis años como la edad legal para que una persona menor de edad pueda casarse, no es extraño que muchas familias se salten dicha norma para comprometer a sus hijas cuando aún son muy pequeñas.
Es el caso de esta pobre niña de la aldea Obeh, que con seis años de edad, fue vendida por su padre a cambio de una cabra, a un hombre de más de 50 años.
Su familia se habría visto en la necesidad al ser de bajos recursos, pues también recibieron alimentos básicos como arroz y azúcar. El sujeto con el que se casó, en la provincia de Herat, es conocido por ser un mulá; que es como se designa a los más entendidos en las leyes del Islam.
Su padre sin embargo, afirmó haber acordado con su yerno que no tendría relaciones sexuales con la niña hasta que cumpliera dieciocho años, cosa que por desgracia él quiso pasar por alto.
Nada más casarse, llevó a la pequeña a la vivienda de un familiar en donde intentó violarla.
Esto pudo evitarse gracias al propietario de la casa, que al entrar en la habitación donde se encontraban se quedó pasmado al ver como le quitaba la ropa a la chiquilla. Al preguntarle que estaba haciendo con su hija, el abusador respondió lo siguiente: “No es hija mía, es mi esposa. Su padre me la entregó”.
Horrorizado, su anfitrión dio aviso a la policía y además de arrestar a este hombre, detuvieron a otros dos por pactar aquel matrimonio ilegal.
La niña mientras tanto fue trasladada a un hospital, donde se confirmó que no había sufrido ningún tipo de abuso sexual. Ella ha tenido suerte, pero es triste saber como otras no.