¿Quién dice que las razas de perros tienen restricciones al momento de procrear?
No muchos pensarían que se puede cruzar un pequeño perrito Pomerania con un imponente Mastín, sin embargo, Malachi Ferdinand, un residente de Inglaterra que es propietario de estos dos animales, lo hizo y los resultados no pueden ser más tiernos.
Bailey no es un Pomerania puro, sino que nació del cruce entre un chihuahua y otro perro de esta raza, por lo que en apariencia es bastante delicado. Coco por su parte, proviene de un Mastín inglés y un Mastín francés, lo que le ha dado un tamaño considerable. Ambos son distintos tanto en apariencia como en personalidad, ya que uno es muy tranquilo y el otro un verdadero torbellino.
Le dieron una gran sorpresa a su familia, luego de que Coco se pusiera a parir en plena sala de estar. Nadie tenía idea de que se hubiera quedado preñada, pues se comportaba igual que siempre y no tenía ningún síntoma de embarazo.
Pero supieron de inmediato que el único cachorro al que dio a luz, tenía que ser de Bailey.
Desde el principio, el pequeño tuvo un aspecto único debido a la mezcla entre dos razas tan inusuales. Decidieron llamarlo Nemo, en honor al protagonista de la conocida película de Pixar, “Buscando a Nemo”.
Si bien al principio tuvieron sus preocupaciones, una vez que el veterinario les confirmó que estaba sano, pudieron verlo crecer hasta convertirse en un perro precioso, más parecido en el exterior a su madre que a su padre, pero tan inquieto como este último. Ahora sus fotos se han vuelto virales en Internet.
Cada vez que sale a caminar con sus padres, Nemo inmediatamente llama la atención de la gente. Ha crecido mucho y sigue siendo un animal saludable.
¿Verdad que es precioso?