Existe un pequeño país en Oriente, que suele pasar desapercibido para el resto del mundo. Se trata de Kiribati, una isla apodada como “la verdadera tierra del sol naciente”. Pues mucho antes de que esto alumbre al resto del mundo, sus habitantes tienen el privilegio de conocer las bondades de un nuevo día. Sin ir más lejos, el pasado 31 de Diciembre, mientras la mayoría de los habitantes del mundo esperaba darle la bienvenida al 2017, la gente de este lugar ya había comenzado con los festejos.
La República de Kiribati se halla ubicada en el oeste de la línea de fecha internacional, 14 horas por delante del GMT. Esto la convierte en el lugar con la zona horaria más adelantada del planeta.
Pero no es esta característica lo único que la ha convertido en un sitio tan excepcional.
Kiribati se encuentra conformada por un grupo de 33 atolones de coral más la isla volcánica de Banaba; todo esto desperdigado en un área que sobrepasa los tres millones de kilómetros cuadrados.
Su capital se conoce como Tarawa Sur, la cual también, es la ciudad más poblada de la nación.
Si bien se trata de un lugar pacífico y con hermosas áreas naturales, sus recursos primarios son en realidad muy limitados y la superpoblación se ha convertido en una de sus cuestiones más urgentes. Además de los sectores de agricultura, servicios e industria, la gente de Kiribati obtiene sus ingresos más importantes gracias al turismo.
Visitantes que llegan especialmente de Reino Unido y Japón, han ayudado al sostenimiento y la expansión de los kiribatianos, quienes incluso han obtenido préstamos financieros por parte de ambos países para sustentarse en los tiempos de crisis.
Por otra parte, la cultura de Kiribati es muy rica y diversa, debido a las distintas costumbres que pueden hallarse en sus 33 islas.