Muchas veces pensamos que el hábito hace a las buenas personas.
Lo cierto es que ni siquiera algunos religiosos están eximidos de mostrar actitudes deplorables, con la única diferencia de que se escudan detrás del estatus que les dan sus atuendos, para imponerse sobre los demás o creer que están disculpados.
Sabemos por supuesto que no todos son así y que hay monjas, sacerdotes y demás gente de la misma índole, que predica con el ejemplo en lugar de solo soltar palabras.
Lamentablemente también existen los casos contrarios.
La siguiente fotografía ha herido muchas sensibilidades en las redes sociales, pues es evidencia de una cruda realidad que se ve todos los días. El contraste no puede ser más evidente.
Un grupo de monjas desfila en sincronía por las calles de Filipinas. A un lado, sobre la banqueta, se puede ver a unos niños de la calle, descalzos y durmiendo sobre láminas de cartón. No tienen hogar, ni alimentos. Aun así, las religiosas pasan de largo y evitan mirarlos, caminando como si nada ocurriera.
De acuerdo, es verdad que la mayoría de las personas hace lo mismo, tristemente. Pero quizá lo que más le ha chocado a los internautas, es ver como hasta unas religiosas, que se supone deben ayudar al prójimo en toda circunstancias, son las primeras en ignorarlos.
Ellas tienen un techo bajo el cual dormir, tienen comida segura en la mesa cada día y ropas decentes para vestir. Seguramente reciben donaciones de la sociedad para causas nobles, como es costumbre con estas organizaciones. ¿Por qué no pudieron detenerse un momento y ver si había algo que pudieran hacer por estos niños? Y es que los pequeños en indigencia son un problema muy grave en Filipinas, donde fuera tomada la foto.
Da mucho en que pensar, ¿tú qué opinas?