Le pidió a su esposo que sacara a su anciana madre de su boda y entonces, él hizo lo impensable…

Cierto día, una joven pareja de novios se encontraba celebrando su boda. Había mesas para todos los invitados, pero como era costumbre, ellos tenían la propia, decorada de manera lujosa y con las mejores viandas.

Durante la celebración, el novio le habló a su madre y le dijo que los acompañara, lo cual le disgustó a su esposa.

Le pidió a su esposo que sacara a su anciana madre de su boda y entonces, él hizo lo impensable…

Cuando la vieja se sentó junto a ella, la mujer se molestó y le pidió a su marido que la cambiara de lugar, puesto que esa mesa debía ser solo para ambos. Pero él se mantuvo firme: “Es mi madre y así como ella ha compartido sus momentos felices conmigo, yo quiero compartir este con ella”.


Sin embargo, su esposa insistió y afirmó que la anciana debía marcharse. Entonces el hombre, ya bastante enojado, se puso de pie para hablarle a sus invitados.

“¡Vendo a mi madre! ¿Quién está dispuesto a pagar por ella y cuánto? ¡Porque mi mujer no quiere que esté con nosotros!”

Todos se sumieron en un incómodo silencio. Entonces él volvió a hablar.

“Puesto que a nadie lo interesa, yo mismo lo voy a hacer, ¡por qué la amo!”. Luego, salió del recinto con la anciana ante la mirada estupefacta de todos.

Lo que sucedió en la boda se convirtió en noticia y el rumor llegó a oídos de un hombre muy rico, que además de felicitarlo por sus valores, le ofreció la mano de su hija en matrimonio.

“Al ver la manera en que defendiste a tu madre, no tengo dudas de que harías lo mismo por tu esposa”.

Agradecer a quienes lo han dado todo por nosotros en la vida, sin pedir nada a cambio, es uno de los gestos más hermosos que podemos demostrar mientras aún están a nuestro lado. Esta historia ha sido una prueba de ello.

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