Perderse en el desierto, no es algo que uno ansíe especialmente durante sus vacaciones.
Sin embargo, existe un lugar donde tal vez, la experiencia no sería del todo desagradable. Se trata del enorme desierto de Marruecos, un sitio tan mágico como misterioso, donde al atardecer las dunas de arena conforman un paisaje que parece sacado de un cuadro surrealista.
Luca Tombolini es un fotógrafo experto que ha logrado captar tal espectáculo natural, gracias a la lente experta de su cámara. Mientras pasaba el verano del 2015, en los poblados cercanos de Merzouga y Ouzina en Marruecos, se dio cuenta de que a diferentes horas del día, el desierto adoptaba colores únicos.
Así, al atardecer la arena parecía teñirse de un púrpura intenso con vetas rojizas y naranjas, mientras que el contraste se tornaba a la inversa en las horas de sol. La arena conservaba su apariencia cálida con ligeras sombras lilas.
Según la experiencia del profesional, a veces tenía que esperar más de cuatro horas a que la luz natural cambiaba para capturar estas tonalidades.
“Cuando estoy allí, tengo la percepción de vivir en otra clase de espacio y tiempo, donde el tiempo transcurre a un ritmo diferente y más simple”, confesó él en medio de una entrevista, “cuatro horas en una duna se pueden pasar increíblemente rápido. Las únicas pausas en esta sesión contemplativa de pensamientos son las necesidades técnicas de la fotografía, (mantenerse al tanto de la exposición, de las películas y de la lente a usar) y de comer o beber algo a veces”.
Como él, muchos buenos fotógrafos han tenido que aprender a hacer pacientes.
Luca suele viajar en coche con su equipo para hacer fotografías, un GPS y las mejores expectativas para lograr tomas únicas.
Y vaya que lo logró con estas increíbles imágenes, ¿a ti qué te parece?