El laurel es una de las plantas más populares tanto por su significado como por sus propiedades. Símbolo de victoria ayer y hoy, en las culturas griega y romana solía consumirse con frecuencia a través de la comida o en infusiones curativas. Y es que en ese entonces, se creía que esta planta infundía de fuerza a todo aquel que la consumía.
Aprovecharla en casa es más fácil de lo que crees y te brindará beneficios que ni te imaginas. Primero que nada necesitarás las siguientes cosas a mano:
- Hojas de laurel secas
- Fósforos
- Una veladora
Usa un fósforo para encender tu vela en un sitio seguro. Luego, toma las hojas secas y ve encendiéndolas con mucho cuidado. Esta planta se prende muy deprisa con el fuego, por lo que es una buena idea que tengas algún recipiente metálico a mano donde puedas quemarlas con mayor seguridad.
Lo primero que notarás es que un olor agradable inunda tu habitación apenas las hojitas acaben de quemarse. Este perfume es ideal para relajarte y combatir problemas como la ansiedad, la depresión y el estrés.
Para disfrutar de todas estas ventajas en tu organismo, basta con que inhales el laurel por diez minutos.
Otros beneficios que te puede aportar, tienen que ver con tu sistema inmunológico y las enfermedades respiratorias. Como el laurel es antibacterial y antiséptico te protegerá de los virus que se pueden transmitir vía aérea, provocando padecimientos como la gripe y los resfriados.
Entre los usos adicionales que es posible darle, se encuentran el de antiinflamatorio, analgésico y hasta para prevenir la aparición de cálculos en tus riñones. Aunque en este caso, es mejor que lo consumas por medio de un té o piques unas hojitas para que puedas aderezar tus platillos, ¡le da un sabor delicioso a la comida!