Todo comenzó durante enero del 2006. Una mujer neoyorkina visitó a su psiquiatra, explicándole el sueño recurrente que tenía cada noche, donde un hombre amable y desconocido se presentaba ante ella para aconsejarla.
Su obsesión con él era tal, que el especialista tuvo que dibujar un retrato a partir de sus descripciones para indagar más en el asunto.
Días después, otro de sus pacientes se quedó anonadado al ver aquel retrato en su despacho: él también había soñado con aquel sujeto, pero nunca se lo había contado a nadie.
Intrigado por la coincidencia, el terapeuta compartió el dibujo con algunos de sus colegas para ver si ellos podían aclarar el asunto. El boceto se hizo conocido y no tardaron en surgir numerosos casos de personas que afirmaban haber soñado con él. A partir de entonces se le conoció como “This Man” (Este Hombre).
A lo largo del mundo y en ciudades tan distintas como Moscú, Londres o Pekín, al menos unos 2,000 individuos han confesado haberle visto en sus sueños.
Nadie sabe quién es o de donde viene, aunque resulta increíble que tanta gente que no mantiene contacto entre sí lo haya conocido. Desde entonces, muchas han sido las teorías que se han desarrollado en torno a él.
La más popular, afirma que dicha forma puede representar a Dios, quien adopta una figura humana para hablar con las personas. Otra explicación se remonta al psicoanálisis de Jung, explicando que el hombre puede representar una imagen arquetípica que ha permanecido enterrada en el inconsciente colectivo y reaparece ante problemas emocionales o circunstancias adversas.
La más descabellada apunta a que dicho sujeto podría existir y tiene la capacidad de ingresar en los sueños de la gente usando alguna técnica psicológica. Podría tener la apariencia de su retrato o ser completamente distinto.
Y tú, ¿le has visto?