En el sur de América, existe un enigmático misterioso que por años ha fascinado a distintos paleontólogos y arqueólogos.
Se trata de los “paleoburrows”, enormes redes de túneles subterráneos que fueron excavados hace miles de años. No fueran elaborados por ningún humano, sino por una criatura prehistórica de gran tamaño, solo detrás del mamut en cuanto a sus dimensiones.
Los paleoburrows se han caracterizado por tener enormes marcas de garras en sus techos y paredes. Se piensa que el más grande de ellos, fue el que se encontró en Brasil por el profesor Heinrich Frank, catedrático de la Universidad Federal de Río Grande del Sur.
Él hizo su descubrimiento en un entorno rural de la ciudad de Novo Hamburgo, apenas en los años 2000. En Río Grande del Sur, llegaron a registrarse hasta 1,500 túneles interconectados por medio de ramificaciones; varios de ellos con varios cientos de metros de longitud.
¿Y quién los excavó?
La respuesta en el antepasado de los perezosos, el Megatherium americanum, criaturas comparables a los elefantes ya extintos, pero que hace 10,000 años, eran una de las especies dominantes en el continente.
Otros sin embargo, atribuyen su creación a los armadillos extintos; lo cual es menos probable pues si bien tenían un tamaño considerable, estaban lejos de superar a los grandes perezosos.
Cabe destacar que Sudamérica es la única locación donde hasta el momento, se han hallado paleoburrows. Hasta ahora no se sabe de ninguna en América del Norte, incluso cuando se sabe que los perezosos gigantes llegaron a habitar una vez esas tierras en el pasado.
En Brasil, los estados de Santa Catarina y Río Grande son en donde más abundan estos túneles secretos; empero, los investigadores aseguran tener la certeza de que existen mucho más y es cuestión de tiempo antes de que salgan a la luz.