Tim Newton es un fotógrafo que vive en Alaska, Estados Unidos. Vivir en un lugar como este, sin duda alguna le ha dado la oportunidad de fotografiar algunos paisajes increíbles, entre otras escenas no menos insólitas. Sin embargo, él nunca se esperó tener la oportunidad de observar algo como lo que vas a mirar a continuación.
Resulta que Tim se encontraba en su casa durmiendo, cuando repentinamente escuchó unos sonidos extraños en el exterior. Específicamente, en la gran terraza que tenía fuera de su vivienda.
Al principio pensó que se trataba de alguien que trataba de entrar por la fuerza, por lo que con mucha cautela, decidió echar un vistazo.
De pronto se dio cuenta de que aquello no era causado por ningún ladrón. Era un felino que se encontraba cerca de la ventana. Primero pensó que se trataba de un gato, hasta que se dio cuenta de que tenía algo de pelo en las orejas y las patas demasiado grandes.
Era un cachorro de lince. Y no estaba solo.
Su madre, una preciosa lince adulta, se encontraba jugando en la terraza con sus siete cachorritos. Si bien estos animales son conocidos por ser escurridizos con las personas, los pequeños no habían tenido ningún reparo en convertir su terraza en lugar de juegos.
Así que Tim hizo lo único sensato que podía hacer en ese momento: traer su cámara.
“Los gatitos se perseguían, se agachaban y echaban a correr”, relató él para un medio local, “estuvieron en la terraza durante media hora. Deben pasarse un 1% de su tiempo cazando conejos y el 99% persiguiéndose entre ellos”.
Las hermosas fotos que consiguió tomar de esta familia de linces han enternecido a cientos de usuarios en las redes sociales.
No cabe duda que Tim supo aprovechar una oportunidad única en la vida.