Existen en nuestro planeta, misterios que van mucho más allá de lo explicable y se remontan a miles de años en el pasado.
Sugiriendo que tal vez, las civilizaciones conformadas por nuestros antepasados estaban mucho más avanzadas de lo que suponemos.
Un buen ejemplo son los masivos túneles encontrados en el continente euroasiático, y que van desde las remotas tierras de Escocia hasta el territorio de Turquía.
Con una edad de por lo menos 12,000 años, esta intrincada red de pasajes fue estudiada por el arqueólogo de origen alemán Heinrich Kusch, quien ha tenido bien a señalar, que en toda Europa existen evidencias de pasadizos bajo tierra dotados de una impresionante ingeniería.
En lo que estos túneles respecta, las suposiciones de los expertos son variadas y fascinantes. Una de las más aceptadas, se refiere a la necesidad de los seres humanos de protegerse contra los depredadores o los desastres naturales, mucho más presentes en tiempos pasados.
La más práctica señala que los pasadizos, eran simplemente una manera segura de viajar al margen de guerras o condiciones climáticas extremas; siendo estos el equivalente a las autopistas modernas.
Además de estos pasillos, es posible encontrar cámaras de almacenamiento y asientos, construidas con recoveco.
Incluso se ha comprobado la existencia de diminutas capillas; seguramente impuestas por la Iglesia ante el temor de que se difundiera el culto pagano de varias culturas.
Lo increíble es que no es el Viejo Mundo el único lugar donde se han encontrado misteriosos túneles de miles de kilómetros y años de antigüedad.
América también cuenta con sus propios vestigios de redes subterráneas que abarcan países completos.
Su relación con leyendas y mitos es intrínseca, pudiendo encontrar relatos en los que se habla de la humanidad sobreviviendo a una gran catástrofe y resurgiendo de las profundidades de la tierra.